Tu Móvil Ya Es Más Inteligente Que el Superordenador de 2020 (Y Eso Es Solo El Principio)
Los NPUs en smartphones alcanzan hasta 47 TOPS y ejecutan modelos que hace apenas tres años requerían datacenters completos. Análisis de la revolución Edge AI que está transformando cómo interactuamos con la inteligencia artificial en 2025.
Contenido del artículo
- Cuando tu móvil supera a Deep Blue (y va camino de algo mucho más grande)
- La carrera de los TOPS: cuando cada billón cuenta
- Lo que tu bolsillo puede hacer que antes era ciencia ficción
- El momento bisagra: cuando la nube vino al Edge
- La ventaja económica que está cambiando todo
- El factor batería: la magia de la eficiencia específica
- Los números que redefinen lo posible
- El lado oscuro de la revolución: cuando más es demasiado
- La nueva jerarquía de la inteligencia artificial
- El momento "iPhone original" de la IA
- El futuro inmediato: lo que viene después de los 47 TOPS
- La pregunta no es "si" sino "cuándo"
Los NPUs en smartphones alcanzan hasta 47 TOPS y ejecutan modelos que hace apenas tres años requerían datacenters completos. Análisis de la revolución Edge AI que está transformando cómo interactuamos con la inteligencia artificial en 2025.
El Samsung Galaxy S25 Ultra que llevas en el bolsillo puede ejecutar modelos de inteligencia artificial que en 2020 requerían un superordenador del tamaño de un armario. No es hipérbole; es la realidad tangible de la revolución Edge AI que estamos viviendo en 2025. Y lo más sorprendente no es dónde estamos, sino la velocidad exponencial con la que hemos llegado aquí.
Cuando tu móvil supera a Deep Blue (y va camino de algo mucho más grande)
La comparación entre smartphones modernos y supercomputadoras históricas se ha vuelto un cliché tecnológico, pero los números de 2025 hacen que incluso las comparaciones más atrevidas se queden cortas. El Snapdragon 8 Elite, el procesador que alimenta los flagships de Android este año, alcanza 47 TOPS (Tera Operations Per Second) solo en su NPU (Neural Processing Unit).
Para poner esto en perspectiva: Deep Blue, el superordenador de IBM que venció a Garry Kasparov en 1997, operaba a 11.38 GFLOPS. El GPU del iPhone 16 Pro genera más de 35 TOPS solo en operaciones de IA, sin contar su poder de procesamiento general. Estamos hablando de un salto de más de 3,000 veces en capacidad de procesamiento específico para IA.
Pero la revolución no está en los números brutos, sino en lo que estos números permiten hacer.
La carrera de los TOPS: cuando cada billón cuenta
IDC define los “smartphones de IA de próxima generación” como aquellos dispositivos con NPUs capaces de al menos 30 TOPS. En 2025, prácticamente todos los flagships superan esa marca:
Los nuevos reyes de la potencia móvil:
- Snapdragon 8 Elite: 47 TOPS (Samsung Galaxy S25 Ultra, OnePlus 13)
- Apple A18 Pro: ~35 TOPS equivalentes (iPhone 16 Pro/Pro Max)
- MediaTek Dimensity 9400: NPU 890 con arquitectura “All Big Core”
- Google Tensor G5: NPU mejorado (Pixel 10 series, agosto 2025)
Para cualquiera que no esté familiarizado con el término, TOPS mide cuántas operaciones matemáticas puede realizar un procesador por segundo en tareas de IA. Y aunque los expertos advierten que “TOPS realmente significa ‘Terribly Overused Performance Stat’” (Estadística de Rendimiento Terriblemente Sobreusada), sigue siendo la métrica estándar para comparar capacidades de IA.
Lo que tu bolsillo puede hacer que antes era ciencia ficción
Los 47 TOPS del Snapdragon 8 Elite no son solo números en una hoja de especificaciones. Traducidos a capacidades reales, significa que tu smartphone puede:
Ejecutar modelos de lenguaje localmente: El Snapdragon X Elite (la versión para laptops) puede ejecutar Llama 2 de 7 mil millones de parámetros a 30 tokens por segundo completamente offline. Los smartphones están alcanzando capacidades similares.
Procesamiento de imagen en tiempo real: RAW de 20 bits con HDR aplicado directamente desde el sensor. El chip MariSilicon X de OPPO, con sus 18 TOPS, ya permite video nocturno 4K HDR que hace tres años era exclusivo de cámaras profesionales.
Traducción instantánea multimodal: No solo texto, sino audio, imagen y video simultáneamente, sin necesidad de conexión a internet.
Generación de contenido on-device: Stable Diffusion corriendo directamente en el móvil, sin enviar datos a la nube.
El momento bisagra: cuando la nube vino al Edge
2025 marca un punto de inflexión histórico en la computación. Por primera vez, la potencia de procesamiento de IA disponible en dispositivos móviles está alcanzando el umbral necesario para ejecutar modelos que tradicionalmente requerían datacenters.
Microsoft estableció 40 TOPS como el mínimo para que un PC se considere “Copilot+ PC”. Los smartphones de 2025 no solo alcanzan esa marca, la superan mientras consumen una fracción de la energía.
“El hecho de que podamos tener modelos de lenguaje pequeños corriendo en un NPU continuamente en segundo plano para monitorear lo que está sucediendo, eso es algo que la nube no puede hacer, o al menos sería mucho más caro desde una perspectiva de infraestructura”, explica Ryan Shrout, presidente del laboratorio de pruebas Signal65.
La ventaja económica que está cambiando todo
La revolución Edge AI no es solo técnica; es económica. Mientras OpenAI lanza ChatGPT Pro a $200 mensuales y los costos por token de los modelos más avanzados se disparan, los NPUs ofrecen procesamiento de IA “gratis” una vez que compras el dispositivo.
El costo real de la IA en la nube:
- GPT-5: $1.25-$10 por millón de tokens
- Claude Opus 4.1: $15-$75 por millón de tokens
- NPU local: $0 después de la compra inicial
Esta diferencia de costos está impulsando un cambio fundamental en cómo se diseñan las aplicaciones de IA. Los desarrolladores ya no preguntan “¿podemos hacerlo en el dispositivo?” sino “¿por qué lo haríamos en la nube?”
El factor batería: la magia de la eficiencia específica
Un NPU no es simplemente un procesador más rápido para IA; es un procesador increíblemente más eficiente. Mientras una GPU de escritorio NVIDIA RTX 4090 puede generar más de 1,300 TOPS pero consume 450 watts, el NPU de un smartphone genera decenas de TOPS consumiendo apenas unos pocos watts.
Esta eficiencia es lo que hace posible que tu smartphone pueda:
- Procesar tu voz en tiempo real para traducción instantánea
- Analizar cada frame de video para estabilización inteligente
- Ejecutar modelos de IA continuamente en segundo plano sin agotar la batería
IBM lo explica perfectamente: “Un NPU puede ofrecer rendimiento de IA similar mientras usa una fracción de la energía, lo que lo hace ideal para dispositivos móviles alimentados por batería.”
Los números que redefinen lo posible
IDC estima que las ventas de smartphones con IA de próxima generación crecerán 364% interanual en 2024, alcanzando 234.2 millones de unidades, y llegando a 912 millones de unidades en 2028. Eso representa una tasa de crecimiento anual compuesta del 78.4%.
No son solo números de mercado; representan una transformación fundamental en cómo interactuamos con la tecnología.
Lo que viene en los próximos 18 meses:
- NPUs que superen los 100 TOPS en smartphones (proyección para finales de 2025)
- Modelos multimodales completos ejecutándose offline
- Asistentes de IA realmente conversacionales sin latencia
- Capacidades de generación de video en tiempo real
El lado oscuro de la revolución: cuando más es demasiado
Pero no todo son buenas noticias en esta carrera hacia la supremacía de TOPS. La misma potencia que permite maravillas tecnológicas también plantea preguntas incómodas sobre privacidad y vigilancia.
Un smartphone con 47 TOPS puede:
- Analizar todo lo que dices, ves y escribes en tiempo real
- Generar perfiles psicológicos detallados basados en patrones de uso
- Procesar información biométrica continua sin enviarla jamás fuera del dispositivo
“La capacidad de tener modelos de IA funcionando continuamente en segundo plano” puede ser una bendición para la productividad, pero también un riesgo sin precedentes para la privacidad personal.
La nueva jerarquía de la inteligencia artificial
NVIDIA ya está criticando la métrica de 45 TOPS como suficiente solo para “tareas básicas de IA”, estableciendo sus GPUs como “IA Premium” mientras relega los NPUs móviles a “IA Básica”. Pero esta perspectiva ignora el punto fundamental: la IA móvil no compite con la nube en potencia bruta, sino en accesibilidad y eficiencia.
La nueva jerarquía emergente no es: Nube (potente) > Edge (limitado)
Sino: Nube (para entrenamiento masivo) + Edge (para inferencia personal) = Experiencia completa
El momento “iPhone original” de la IA
Estamos viviendo el equivalente al lanzamiento del iPhone original en 2007, pero para la inteligencia artificial. Steve Jobs presentó un dispositivo que convergía tres productos en uno: iPod, teléfono e internet móvil. Los smartphones de IA de 2025 convergen algo aún más fundamental: potencia de cómputo, inteligencia artificial y ubicuidad.
La diferencia es que esta vez la curva de adopción es exponencialmente más rápida. Mientras el iPhone tardó años en cambiar el mundo, los smartphones con IA están transformando industrias en meses.
El futuro inmediato: lo que viene después de los 47 TOPS
Los expertos predicen que veremos otra duplicación o triplicación en el rendimiento de NPU hacia finales de 2025 y principios de 2026. Ryan Shrout de Signal65 no se sorprendería por aumentos del 200-300% en los próximos 18 meses.
Pero más allá de los números, lo que viene es aún más transformador:
2025-2026: La convergencia definitiva
- Modelos GPT-4 class ejecutándose completamente offline
- Realidad aumentada con IA en tiempo real
- Interfaces de voz que rivalizan con la conversación humana
- Smartphones que genuinamente “entienden” el contexto visual del mundo
La pregunta no es “si” sino “cuándo”
El smartphone que llevas en el bolsillo ya es más inteligente que supercomputadoras que hace cinco años costaban millones de dólares. Puede procesar información, tomar decisiones y generar contenido de formas que eran ciencia ficción cuando se lanzó el iPhone original.
Pero esta es solo la primera fase de una transformación que recién comienza. Cuando Apple introdujo Siri en 2011, parecía magia. En retrospectiva, era apenas el primer balbuceo de lo que estaba por venir.
En 2025, estamos en el equivalente de tener la primera computadora personal en nuestras manos, excepto que esta vez es inteligencia artificial general lo que está democratizándose.
La pregunta ya no es si tu smartphone será más inteligente que los superordenadores de hoy. La pregunta es: ¿qué haremos cuando todos llevemos en el bolsillo más poder de IA del que toda la humanidad tenía hace apenas cinco años?
La respuesta, como todo en esta revolución, llegará más rápido de lo que imaginamos.
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